El 21 de octubre de 2024 quedará en la memoria de Marcos Moreno y de toda su familia. Ese día el joven jugador del Albacete Balompié debutó con el primer equipo en Segunda División en el choque ante el Burgos CF. Fue un debut sobresaliente, pues se dio en el Carlos Belmonte, el estadio al que siempre acudió desde pequeño, y con victoria para los suyos. Hablamos con él para conocer sus sensaciones sobre el estreno y cómo lo ha vivido.
¿Qué tal la semana tras el debut?
Muy buena, la verdad. He recibido muchas felicitaciones, ya sea por llamada o mensajes, de familiares, amigos y compañeros de equipo, incluso de otros con los que compartí vestuario en otras temporadas. Todos se alegran por mí y se lo agradezco.
¿Y cómo lo estás llevando?
Yo estoy tranquilo, todavía no he hecho nada. Esto ha sido un primer paso. Nada más acabar el partido, tras felicitarme, mi familia me dijo que tuviese los pies en el suelo, que no he conseguido nada. Que lo que tengo que hacer es seguir trabajando como hasta ahora para que se repita en muchas más ocasiones el poder jugar con el primer equipo. Y es lo que voy a hacer, trabajar. Es lo que me ha permitido debutar con el Albacete en Segunda.
¿Cómo fueron las horas previas?
Cuando he sido citado con el primer equipo, al principio estoy tranquilo. Pero conforme se acerca el partido me pongo más nervioso por si se da el debut. Me ocurrió lo mismo el otro día, pero tenía muchas ganas de que se diese porque era debutar en el Carlos Belmonte, el estadio al que siempre había ido como aficionado con padre.
¿Algo te decía que se podía dar en esta ocasión?
Siempre tienes la esperanza y te ilusionas. Eso es bueno, te hace estar mentalizado, preparado para salir e intentar hacerlo lo mejor posible. Cuando me dijeron que tenía que calentar ya empecé a imaginarme cosas. A la hora de entrar el entrenador me dijo, además de cuestiones técnicas, que disfrutase de ese momento. ¡Fue muy bonito el ver a toda la gente aplaudir cuando entré!
Tiene que ser una sensación única…
Increíble, única como dices. No me esperaba ese recibimiento por parte de la afición. Son momentos que jamás se olvidan.
Debut en casa y victoria, poco más se puede pedir…
Era lo importante, que los tres puntos se quedasen en el Carlos Belmonte. Más allá de mi debut priorizaba la victoria para el Albacete Balompié.
¿Qué es lo primero que hiciste cuándo acabó el choque?
Irme con mi familia. Estaban mis padres, mi hermano, mis primos. Era un día especial también para ellos, estaban más emocionados que yo. Mi padre es muy aficionado del Albacete Balompié, fue él quién me inculcó el sentimiento por el club, con el que iba cada domingo a ver al equipo al Carlos Belmonte. Te puedes imaginar la felicidad de todos.
Ya en casa, ¿te costó dormir?
Sí, porque no terminaba de creerme lo que había pasado. Estaba con una sensación de felicidad inmensa.
Los 19 goles del curso pasado y los cinco actuales con el filial tienen su recompensa…
Hice una gran temporada y la he empezado bien, con trabajo todo se consigue. Sé que mi sitio es el filial y tengo que estar preparado para cuando me den la oportunidad de ir con el primer equipo. Hay que seguir por el mismo camino, no hay otro.
Tenemos claro dónde te gustaría marcar tu primer gol con el Albacete Balompié…
Sin duda, en el Carlos Belmonte. Es el estadio en el que siempre soñé hacer goles y con toda mi familia presente.
Sabemos que hay una persona que está siempre encima de ti, nuestro compañero Dani Fernández. Vio el partido en directo y luego estuvo contigo. ¿Qué te comentó?
Me dio la enhorabuena y, como me dijo mi familia, que tuviese los pies en el suelo. Que el fútbol cambia de un día para otro. Pero que me merecía vivir este día por todo lo que estaba trabajando. Dani siempre está muy pendiente de mí, se preocupa por el tema deportivo y extradeportivo. Es un gran apoyo y eso siempre se agradece, más cuando eres un chico joven como yo.