[:es]No ha sido la temporada esperada por Sergi Maestre, aunque acabó con un premio merecido. El Albacete Balompié, equipo en el que también milita nuestro jugador Marc Llinares, logró el ascenso a Segunda División. Llinares sí tuvo participación durante gran parte del campeonato, no así Maestre. Y es que el pivote cayó lesionado en la jornada 15, cuando era el auténtico líder del centro del campo manchego en una acción fortuita en La Condomina.

Desde aquel fatídico 12 de diciembre, Maestre no ha podido ayudar desde el verde a sus compañeros. Eso sí, lo ha hecho desde fuera, como el referente que era cuando saltaba al terreno de juego. En adelante, su único objetivo fue poner su granito de arena para lograr el retorno de los del Carlos Belmonte a Segunda, categoría que a él se le resistía a pesar de su notable trayectoria deportiva y su paso por clubes importantes de la división de bronce.

En su historial podemos ver a equipos como el filial del Real Zaragoza, UE Cornellà y un histórico como el Real Murcia. De la capital del Segura salió hacia Badajoz como uno de los mejores centrocampistas defensivos de la antigua Segunda B y durante dos años intentó el ascenso a Segunda, pero se quedó a las puertas con los del Nuevo Vivero.

No se rindió Maestre, que apostó por intentarlo en una nueva plaza como Albacete. Llegó para ser importante y lo logró hasta la inoportuna lesión. No pudo participar como hubiese querido, pero su aportación desde fuera ha sido clave para que los manchegos lograsen el ansiado ascenso y él pueda volver a disfrutar del fútbol donde le corresponde, en Segunda División.[:]