Admonio Vicente (Bissau, 1993) tocó con las yemas de los dedos el fútbol profesional y ha tenido que esperar ocho meses para poder debutar en la Liga SmartBank por una lesión en el cuádriceps que se produjo en agosto de 2019. Un ejercicio de superación, al que ahora se le añade la difícil tarea de intentar salvar la categoría con el CD Numancia.

El central comenzó a jugar en el Berja CF, filial del CD El Ejido, siguió dando pasos y, a finales de la campaña 2018-2019, dio el salto al fútbol profesional cuando pasó del Unionistas CF al CD Numancia de Soria.

“Un sueño hecho realidad, que afrontaba con mucha ilusión”, y que se truncó a las dos semanas por una rotura fibrilar que, contrariamente a lo habitual, se reprodujo tres veces y le fue restando moral y oportunidades. Se lo toma con humor, “porque cuando me recupero… llega el confinamiento”. Una circunstancia que convirtió en algo positivo, más allá lógicamente de los devastadores efectos la desgraciada pandemia: “Todos empezamos de cero cuando pudimos volver a entrenar juntos y durante el confinamiento intenté apretar lo máximo posible, prepararme bien”.

Finalmente le llegó la oportunidad de debutar en el fútbol profesional, un estreno alegre y amargo a partes iguales, “porque debutaba y porque el equipo iba perdiendo. Luego pude jugar 90 minutos y parece que tengo continuidad y la confianza del cuerpo técnico en esta difícil tarea que tenemos entre manos”.